Pensamiento para la liberación

Los hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase.” Lenin.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Fragmentar y descontextualizar como métodos de control social

La sociedad actual venezolana contiene el germen de la alienación social como condición necesaria para la dominación de la clase capitalista. Esta condición la encontramos reflejada de distintas maneras y las descubrimos en diversas referencias hechas por estudiosos del tema educativo y propagandístico, dentro y fuera del país; lo que muestra una metodología intrínseca del sistema capitalista en todo su desarrollo.
Descubrir los eslabones con los que se teje la malla ideológica del capitalismo es fundamental para poder desmembrar la estructura que lo sostiene. Muchas veces al desconocer esto nos convertimos en parte de sus sostenedores, aunque tengamos los discursos más incendiarios y “revolucionarios”, en los que se perfila – ante la lupa del conocimiento de estos eslabones – el verbo justificador que mantiene vivo el capitalismo y que obliga a la equivocación permanente en la tarea de construir una sociedad diferente. El Socialismo. Prueba de esto lo encontramos en el socialismo soviético que degeneró en capitalismo monopolista de estado, y en cada uno de los “Socialismo” ensayados durante el siglo XX; lo vemos en China, Cuba, y de manera más triste y boba en los “Socialismos” Europeos como los de Portugal y en los pseudo-gobiernos que así se hacen llamar aunque se desarrollen dentro de un país capitalista.
Cuando analizamos los métodos utilizados en el desarrollo de la propaganda y la comunicación mediática y los comparamos con los utilizados en la enseñanza académica, vamos a encontrar una similitud sospechosa que delata parte de sus mecanismos de control. Quizás el epicentro genético-ideológico del capitalismo, a través del cual se crean las condiciones favorables para su sostenimiento y reproducción. Ello es, el uso de la fragmentación y descontextualización para impedir el procesamiento y síntesis de la información que se recibe - lo que generaría un pensamiento crítico libertario. Y sólo permitir el consumo de información conveniente a los intereses de la dominación capitalista. De esta forma se genera la plusvalía ideológica que se convierte en valores a través de los que se aceptan -como normales- la explotación, la miseria, la supremacía de pequeños grupos poderosos y la existencia de gobiernos opresivos, contrarios a los intereses de una mayoría a la que le es ajeno su propio interés como clase social; conformándose con ciertos beneficios reivindicativos, filtrados a través del interés de la clase dominante, es decir, sin que estas reivindicaciones afecten su supremo derecho de continuar existiendo.
El capitalismo promueve la generación de un pensamiento común que como verdad absoluta confluye pasivamente en pro de su sostenimiento, para ello, impedir todo pensamiento crítico es una necesidad de primer orden. Es aquí donde toman importancia la escuela y los medios de comunicación masiva como centros de generación de culturas y valores que constituyen la superestructura del capital. El método que vemos resaltado es la fragmentación y descontextualización de la información que se entrega.

Una referencia de lo anteriormente descrito lo encontramos en el libro “Propaganda” escrito en 1928 por Edward Bernays, cuando dice que “la educación no produce creatividad. Por el contrario, lo único que logra es implantar en la mente de millones de ciudadanos frases y eslóganes que acaban activando las mismas reacciones ante los mismos estímulos”. Y nos confirma la unidad de propósito con la propaganda diciendo: “la sociedad consiente en que sus posibilidades de elección se reduzcan a ideas y objetos que se presentan al público a través de múltiples formas de propaganda”(…) “Los hombres rara vez se percatan de las razones reales que motivan sus acciones (...) La gran mayoría de los pensamientos y acciones son sustitutos compensatorios de deseos que éste se ha visto obligado a reprimir”. Edward Bernays aclara de manera diáfana y cínica el uso de los mecanismos de control de masas: "...Con el sufragio universal y la escolarización universal (...) al final incluso la burguesía ha tenido miedo de la gente del pueblo. Pues las masas se prometían llegar a ser el rey” y “la propaganda procura al liderazgo un mecanismo «para moldear el pensamiento de las masas» de tal modo que «encaucen su recién ganada fuerza en la dirección deseada»”. Para continuar descubriendo lo que este personaje planteaba con relación a la manipulación de masas, leamos: “En teoría cada ciudadano toma decisiones sobre cuestiones públicas y asuntos que conciernen a su vida privada. En la práctica, si todos los hombres tuvieran que estudiar por sus propios medios los intrincados datos económicos, políticos y éticos que intervienen en cualquier asunto, les resultaría imposible llegar a ninguna conclusión. Hemos permitido de buen grado que un gobierno invisible filtre los datos y resalte los asuntos más destacados de modo que nuestro campo de elección quede reducido a unas proporciones prácticas”.
Para elegir entre miles de opciones, dice, “la sociedad consiente en que sus posibilidades de elección se reduzcan a ideas y objetos que se presentan al público a través de múltiples formas de propaganda”. “Podemos desear algo no por su valor intrínseco o por su utilidad sino porque hemos llegado a ver inconscientemente en ese objeto el símbolo de otra cosa cuyo mero deseo nos avergonzaría confesarnos”.
Así describe Stauber la lógica de Bernays:
“la ciencia de la manipulación de la opinión pública era necesaria para superar el caos y el conflicto en una sociedad democrática.” (“Confíe en nosotros, somos expertos”, pág. 42) (Fijémonos en la similitud de esta frase con la utilizada por ARS Publicidad en Venezuela a partir de su fundación en la década de los 40: “Permítanos pensar por usted”, frase que resume el espíritu de la democracia representativa).  
Aquí va un párrafo del libro de Bernays, “Propaganda”: “Aquellos que manipulan el mecanismo oculto de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder que gobierna nuestro país. Somos gobernados, nuestras mentes moldeadas, nuestros gustos formados, nuestras ideas sugeridas mayormente por hombres de los que nunca hemos oído hablar. Esto es un resultado lógico de la manera en que está organizada nuestra sociedad democrática. Grandes números de seres humanos deben cooperar de esta forma si quieren vivir juntos como una sociedad que funcione con fluidez. En casi cualquier acto de nuestras vidas, sea en la esfera de la política o de los negocios o en nuestra conducta social o en nuestro pensamiento ético, estamos dominados por un número relativamente pequeño de personas que entienden los procesos mentales y los patrones sociales de las masas. Son ellos quienes manejan los hilos que controlan la opinión pública". (Edward Bernays)
Y aconseja: “La compra del producto (o la elección del candidato) no debería apelar a motivos racionales, sino a las emociones inconscientes”. Trabajando para las más importantes transnacionales y holdings como la American Fruit Company o el holding tabaquero estadounidense, a lo largo de su dilatada vida se dedicó a modelar la opinión pública para su propio beneficio y el de sus socios, ya que según palabras propias "...Con el sufragio universal y la escolarización universal (...) al final incluso la burguesía ha tenido miedo de la gente del pueblo. Pues las masas se prometían llegar a ser el rey” y “la propaganda procura al liderazgo un mecanismo «para moldear el pensamiento de las masas» de tal modo que «encaucen su recién ganada fuerza en la dirección deseada»”
Conocer este andamiaje de mentiras sobre las que se ha edificado el capitalismo, conocer los mecanismos utilizados en la manipulación de la sociedad, a través de los cuales nos han hecho ciudadanos sumisos, es de suma importancia para poder desarrollar los antídotos que nos permitirán deslastrarnos de la manipulación psicológica y del dominio del capital. Enfoquemos a partir de aquí los elementos y conceptos que necesitamos para desarrollar un pensamiento crítico liberador en la población, como arma contra la alienación y enajenación capitalista. Porque no es posible la construcción del socialismo, sino suprimimos la superestructura ideológica donde se sustenta el capital. Debemos entender que toda acción que se emprenda para transformar las relaciones de producción capitalista, serán infructuosas si no se emprenden al unísono, acciones que transformen la cultura que sostiene el capital. Y estas acciones serán el resultado de las comunicaciones dialógicas entre colectivos unificados por intereses de clase, construyendo una nueva forma de vivir sólo condicionada por la conciencia social, y amparada en el beneficio común.

Emilio Farrera

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